Soy una mujer eternamente enamorada de la vida en contacto con la naturaleza, y por lo tanto muy motivada en aportar para su preservación.
Me formé como Permacultora en la Ecoescuela El Manzano y siento que desde entonces no hay vuelta atrás. Para mi es importante el sentido de pertenencia, y sentirme parte de esta comunidad creciente de personas motivadas por entrar en esta transición, ha sido de las cosas buenas que me han pasado.
Quisiera llegar a formar parte de una ecoaldea.